10.17.2008

Entrevista_jun/08-LDNM/Renau


Hace unos meses la publicación Ladinamo me invitó a participar en el homenaje que le iban a dedicar a Josep Renau en el centenario de su nacimiento (1907-1982), con una serie de entrevistas a diferentes artista del ámbito cultural y social.
Considero a Renau una gran inspiración y por él siento una profunda admiración y un gran respeto.
Si no conoces su trabajo, te invito a que lo descubras.
castellano (PDF)
valenciano (PDF)
(Documentos pertenecientes a la exposición dedicada a Renau en Valencia).

Gracias a LADINAMO y mucha suerte.

Entrevista LDNM.jun/08
¿Cual crees que es el aspecto más destacado de Renau, su obra y su personaje?
Su amor por el arte y su defensa por lo que es justo. Su trabajo refleja  la incansable lucha contra los que oprimen y engañan, contra los destructores de sueños y contra la desigualdad. Fue la esperanza de muchos que no tenían voz.

¿Como ha influenciado su obra en la tuya?
Renau es como un buen maestro que te motiva a seguir a pesar de lo infructuoso de tu esfuerzo por transmitir un mensaje determinado, especialmente cuando se trata de un mensaje social denunciado en la propia calle como es mi caso.
El uso de los collages de Renau te enseña entre otras cosas que no hace falta tener muchos recursos a tu alcance para transmitir una idea. La plantilla también ofrece esa posibilidad porque es barata, efectiva y repetible tantas veces como aguante. La fotografía e internet permiten un alcance que  va más allá de la simple pared.


¿Cómo crees que ha influenciado su obra en la imaginería española, en la cultura visual de nuestro país, no tanto a nivel profesional como a nivel popular?
Renau aportó nuevas ventajas al uso del cartel para llegar a las masas. Era consciente de la sensibilidad humana hacia determinadas composiciones, expresiones y colores. Los mismos códigos que utilizó entonces para transmitir aquellos mensajes son utilizados ahora por los "comunicadores" menos sensibles de la sociedad de consumo para vendernos aquello que no necesitamos.
En el caso del arte social es paradójico pensar que aquello que sirvió para demandar, advertir o denunciar, actualmente sirve en muchos casos para la autocomplaciencia del que lo hace sin más que para salir publicado en un libro especial de carteles contra la guerra.


¿Crees que tiene sentido una figura como la suya hoy en día (político que llego a ser director de Bellas Artes y fundó la orquesta sinfónica nacional, por ejemplo, propagandista oficial y aún libre, trabajador, teórico, trabajos comerciales, trabajos privados y públicos, el hecho de que se acabara mudando a la RDA para ponerse al servicio de la propaganda de aquel país, etc...)?
Hoy en día hacen falta muchos Renau que salvaguarden el patrimonio artístico en España y el mundo en general (fíjate Irak). Desgraciadamente no creo que sea muy probable que surja alguien como él teniendo en cuenta la caspa política que controla la cultura desde los gobiernos.

Ésta es más amplia, en realidad son muchas preguntas. ¿Cómo valoras de cara a nuestros tiempos?:

1.-La linealidad -pero también la clarividencia- de sus mensajes.
2.-La voluntad didáctica (específicamente contraría al arte abstracto) de todos sus trabajos.
3.-Su trabajo propagandístico, en relación a la posible propaganda que se hace hoy en día, ya sea política, publicitaría, etc... y su trabajo para las administraciones, comparándolo con el trabajo de las administraciones actuales, no en vano las mayores anunciantes del mercado actual y cualquier otro tema relacionado con esos temas de semiótica, mensaje, etc...


1. 
La virtud del arte social es que rara vez caducan los temas que trata, y podríamos estar denunciando cien años los horrores de la guerra, y los símbolos y las frases serían prácticamente las mismas. 


2 - 3.
El arte público debe tener un lenguaje directo y llamativo. Su función es llegar al mayor número de personas posible, independientemente de su edad, sexo o nivel social. El problema actual es que la sociedad está desbordada de información, los mensajes sociales tienen que cambiar radicalmente porque la gente se ha vuelto inmune a ciertos discursos y diseños.
La propaganda de ahora no se distingue de un anuncio de refrescos, y lo peor de todo es que se invierten millones en campañas que al final no tienen ninguna trascendencia. 
Para hacer una buena propaganda debe haber detrás una motivación ideológica importante. Renau la tenía.

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